martes, 10 de junio de 2008

La píldora del día después no es abortiva

Casi pasa desapercibida la información del Diario El Tiempo de la Sentencia del Consejo de Estado (Sección Primera - Magistrado Rafael Ostau de la Font) sobre la píldora del día después. Se trata de una demanda que se hace contra el Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos) por haberle otorgado a Profamilia el registro sanitario para la importación y venta de productos como el Postinor 2, que contiene levonorgestrel, principal elemento de las píldoras del días después. La pregunta que llegó al tribunal fue si dichas píldoras eran abortivas o anticonceptivas. El Consejo de Estado resolvió que eran anticonceptivas ya que "el proceso de gestación puede llegar a tomar entre 12 y 16 días después de la relación coital", Profamilia defendiendo la píldora como anticonceptiva y no abortiva y expresó que: "la píldora es un tratamiento de emergencia para uso exclusivo dentro de las 72 horas siguientes a la relación sexual no protegida, que previene el embarazo en lugar de interrumpirlo". El Invima informó en el mismo sentido que la píldora: "no es abortiva y por ende no produce la muerte humana". Este fallo respalda lo dicho por la Corte constitucional colombiana en el fallo del aborto y se constituye en una doctrina jurisprudencial reiterada de caracter progresista si se compara con algunos países de la región. Recordemos que el Tribunal Constitucional de Chile el pasado 18 de abril por cinco votos en contra de cuatro declaró la inconstitucionalidad de la píldora por considerarla abortiva. Aquí puede ver dicha Sentencia. La Sentencia chilena ha sido ampliamente criticada y es considerada como un reflejo de que los conservadores y la iglesia católica, "la godarria", respaldada por la dictadura de Pinochet todavía tienen poder en las instituciones judiciales. Ver los blogs paula. cl, funkyoustencil, y quemar las naves para las críticas en Chile. El Espectador informó en su día el malestar de la presidenta Bachelet por el fallo.

Yidis Medina la "gordita retrechera" de Uribe

(tomado de: www.congresolimpioya.blogspot.com)

Por: Gonzalo A. Ramírez Cleves

Algunos que pasamos ya de los treinta recordamos a “la monita retrechera” – Elizabeth Montoya de Sarria- de Samper, aquella mujer que hacia los contactos entre algunos interesados en financiar la campaña del entonces candidato Ernesto Samper para definir la segunda vuelta a la presidencia de Colombia, con el entonces candidato Andrés Pastrana. Las grabaciones de la dichosa monita comprobaron como Samper pedía insistentemente en que le ayudarán con dineros y que no fuera “tan retrechera”, grabaciones que desencadenaron el proceso 8.000 en donde se comprobó, aunque no condenó, la infiltración de millonarias sumas de dinero en la campaña presidencial de Samper por parte del cartel de Cali de los hermanos Rodríguez Orejuela, quienes habían hecho una “vaca” entre sus colegas para favorecer la candidatura liberal. Diez años después la historia se repite con Yidis Medina, una ex – congresista que vendió su voto para lograr la reforma constitucional sobre la reelección. Yidis voto a favor y otro representante, Teodolindo Avendaño, garantizó que la reforma pasará ya que no asistió a la sesión en donde se discutía la modificación constitucional. Hace más de un mes Yidis Medina decidió confesar su delito de cohecho ante la fiscalía, denunció que había sido objeto de presiones y de ofrecimientos por parte del gobierno por intermedio de los Ministros Sabas Pretelt y Diego Palacio, junto con el entonces secretario de la presidencia Bernardo Moreno y el viceministro de justicia de la época Hernando Angarita, quienes según la ex - congresista hicieron “lobby” para que favoreciera con su voto el cambio del “articulito”. Ayer, el presidente por medio de su vocero se defendía de las acusaciones de Medina diciendo que ella lo había chantajeado a él y a su familia y que era inocente de las acusaciones. Lo cierto es que Yidis ha desencadenado un nuevo proceso 8.000 denominado por la prensa la “Yidispolitica” que con pruebas irrefutables de consignaciones a Teodolindo, de puestos para sus asesores y de notarías adjudicadas demuestra como les pagaron el favor. Quedan las dudas todavía de averiguar porque Yidis decidió contar la historia. Algunos afirman que se le cometió estupro y no cohecho, siguiendo un viejo chiste jurídico ya que el delito de estupro se refiere a “prometer para meter y después de metido no cumplir lo prometido”, es decir que a Yidis no le cumplieron con lo prometido después de que metió el voto a favor de la modificación del artículo 197 sobre reelección presidencial. Se habla de unos pozos de petróleo, de unos contratos con Ecopetrol, de unos puesticos, de una platica que nunca le dieron ni consignaron y que por ello decidió hablar. Yidis Medina fue retrechera y decidió denunciar y contar los hechos que en nada han sorprendido a la opinión pública que solo contempla como funciona la “real politik” colombiana. La monita retrechera de los tiempos de Samper fue asesinada, eran otros tiempos, Yidis Medina será la “gordita retrechera” de Uribe y seguirá dando de que hablar, pero este proceso 9.000 parece que quedará como el 8.000, impune con la evidencia de los hechos en la mano.