viernes, 7 de marzo de 2008

Elecciones en España - reflexiones desde Lleida

En un breve paso por mi casa y haciendo caso omiso del reposo recomendado por la médica un post de mi amigo Humbert Pérez de Lleida ante los acontecimientos de las elecciones españolas. Humbert es politólogo y periodista.... aquí todo el mensaje de Humbert sin editar


Eta tiñe las urnas de sangre 7 - M en Mondragón:


Por Humbert Pérez

Amigo Gonzalo, me pediste que escribiera sobre las elecciones del próximo domingo pero los acontecimientos se han precipitado diez horas antes de dar por concluida la campaña electoral. Todo el mundo lo temía, incluso lo sabían las fuerzas y cuerpos de seguridad, pero no se ha podido evitar. ETA ha introducido su papeleta en la urna. Ya tiene su deseado 7-M, emulando a Al Qaeda pero invirtiendo los papeles de PP y PSOE de hace 4 años. Dando la razón a los que hablaban 4 años antes “de terroristas de montañas no muy lejanas” que quieren influir en las elecciones. Los terroristas han vuelto al tiro a bocajarro y a plena luz del día. Esta vez en Mondragón, un municipio de Guipúzcoa. La víctima; el cobrador de un peaje de autopista, exconcejal del PSOE en Mondragón (2003-2007), que hace unos meses renunciaba a tener escolta. El terrorista lo ha tiroteado delante de su mujer y su hija a las 13.30 horas de hoy, viernes 7 de marzo, apenas hace tres horas. El atentado deja las elecciones en el aire. No tanto su celebración, dudo que se pospongan dado el precedente del 2004, pero sí alterará, sin duda, el resultado y sus interpretaciones. La influencia que pueda tener este chocante suceso 36 horas antes de que abran los colegios electorales va a ser determinante en las lecturas de los resultados y va a multiplicar hipótesis politológicas y, sobretodo, periodísticas. Desde luego, el 11-M, quiérase o no, ha regresado a nuestras retinas. Segunda oportunidad para los partidos políticos. ¿Repetirán los mismos errores? Hasta el momento sólo Rajoy ha comparecido. Patético. “Los españoles ya saben lo que pienso...[pausa drámatica: 'la culpa es de los socialistas', parece decir su mirada de candidato] Los culpables...[otra pausa: zapatero¿?] son los terroristas”, concluye. Aunque ya sabemos lo que piensa, y espera que les haya quedado claro a todos los españoles antes de introducir su voto. Además de lo que piensa, se podría especular con lo que desea o deseaba según los cálculos electorales que manejaba y maneja su partido (¿a quién beneficiaba y beneficia un atentado de ETA antes de unas elecciones?). Tampoco espero que Zapatero y el PSOE reaccionen de distinta manera, es decir, con el partidismo que se espera de un partido político tan cerca de unos comicios. Se oye correr por los pasillos de las sedes. Las encuestas daban hasta hoy claro ganador a Zapatero con la incógnita de cúan holgada sería la diferencia a su favor. ( http://www.elperiodicdandorra.net/ de El Periódico de Catalunya, desafía el ridículo e inútil apagón de encuestas de la última semana antes de unas elecciones al que obliga la Junta Electoral Electoral)¿Quién va a ganar las elecciones ahora? Seguramente el que obtenga más votos... aunque como te decía nadie es capaz de adivinar como va afectar este atentado al resultado electoral ¿Cómo se van a comportar los electores? Escenario uno: ante la catástrofe, los indecisos y los abstencionistas se alían con el gobierno protector. Escenario dos: los mismos, optan por la imagen dura que ha exhibido el PP, votan por el que enseña más bíceps contra el terrorismo frente a los que “negocian con ETA durante la campaña electoral” (Vicente Martínez Pujalte dijo ayer jueves). Escenario tres: cae la participación...La campaña, hasta hoy, había sido la de más bajo perfil que recuerdo. Una mera repetición comprimida y empeorada de la última legislatura, en que las Cortes se han convertido en un lodazal. Los dos candidatos con opciones a ser elegidos presidente por los diputados son, y sé que soy demasiado generoso, mediocres. Para muestra los dos debates cara a cara. Una penosa claudicación -dicho sea de paso- del periodismo a los aparatos de los partidos que prefirieron dos monólogos a un debate con la complacencia de la autodenominada Academia de la Televisión. El resto de opciones políticas han quedado ensombrecidas por la polarización de la campaña aunque sus propuestas no eran dignas ni de un actor secundario de películas de serie B.