martes, 4 de marzo de 2008

La trampa del nacionalismo en tiempos de crisis

Imagen de una Carraca Portuguesa en los tiempos de Hugo Grocio


La trampa del nacionalismo en tiempos de crisis

Por: Gonzalo A. Ramírez Cleves
iureamicorum

Una vez bajándome de la torre de marfil de los académicos o pseudoacadémicos, intelectuales o pseudointelectuales y tratando de digerir tanta avalancha informativa o desinformativa me atrevo a realizar esta nota. El nacionalismo para justificar las acciones de determinado gobierno, régimen etc. en una sociedad democrática debe ser tomado con cuidado, es cierto que cuando se esta en crisis por la amenaza de un ataque exterior la tendencia de la población es unirse en torno al gobierno de turno sin pensar antes en las acciones que derivaron la confrontación y su justificación. Piensen ustedes en el auge que tuvo el Presidente Bush después de los ataques terroristas del 11 de septiembre que mandarón a los estadounidenses a una guerra contra el terror o preventiva que produjo la invasión de Afganistán y de Iraq. Tuve la oportunidad de ir a ese país en plena guerra y evidentemente el nacionalismo se desbordaba por todos lados, banderas estadounidenses, lazos amarillos en los árboles, aplausos interminables al Presidente cuando hacia presencia en el Congreso etc. , ahora los norteamericanos, al menos los demócratas, se cuestionan sobre la presencia de las tropas estadounidenses en Iraq por la gran cantidad de bajas y porque al final las explicaciones que se dierón en su momento para justificar la invasión, la existencia de armas de destrucción masiva, nunca fueron ciertas. Si nos vamos mucho más atrás en la historia, muchos alemanes justificaron y apoyarón a Hitler por la “trampa del nacionalismo”, Hitler les hablaba y aseguraba de un enemigo interno representado por los judíos que habían sido culpables de la derrota en la Primera Guerra Mundial de Alemania y de la crisis económica que afrontaban en el período de entreguerras, con la justificación académica del momento, entre otros de Carl Schmitt y su concepto de amigo – enemigo sustentada nuevamente en el nacionalismo, que dio lugar al aniaquilamiento de un número indeterminado de personas que ronda entre seis y once millones en campos de concentración y de exterminio. El nacionalismo también justifico la presencia de Milosevic en la Exyugoslavia, muchos de los serbios consideraban que se trataban de esfuerzos del después conocido como “carnicero de los Balcanes”, ya que su política guerrerista estaba encaminada a imposibilitar la desintegración del país. Seguramente se escucharían a finales de los noventa en Serbia y antes de los bombardeos de la OTAN en la primera “Guerra Humanitaria”, himnos nacionales, llamados a defender a la patria en su integridad etc. que serían una cortina de humo útil para evitar que sus compatriotas fueran conscientes de los genocidios y masacres que se estaban presentando en Kosovo y Bosnia – Herzegovina. Pasando a un ejemplo continental en donde se aprecia de nuevo la “trampa del nacionalismo”, se dió con la invasión de las Malvinas por parte de Argentina, en este tiempo el gobierno de turno, justificó dicha acción de nuevo en el nacionalismo de las reivindicaciones territoriales de Argentina con Inglaterra, sonarían de nuevo los himnos y las izadas de bandera, pero solo al final, cuando los argentinos perdieron la guerra, salieron los historiadores a decir que el origen de la confrontación se dio por la intención de la Junta Militar que gobernaba en ese entonces el país para mantenerse en el poder, fortalecerse y legitimarse. El último ejemplo, que les voy a dar sobre la “trampa del nacionalismo” ocurrió en España recientemente y puede ser llamada como “El conflicto del Perejil”, un pequeño islote que se encuentra frente a las costas de Marruecos y de Ceuta, que fue invadido por 12 gendarmes marroquís en julio de 2002. La historia de esta crisis propia de la españolidad, resulta interesante en la descripción de “la trampa del nacionalismo”. En tiempos de esta crisis, nos encontrábamos en Viena en un curso de alemán con unos compañeros españoles que hacían también el mismo curso, una de ellos después de leer “El País” en Internet clavo el cuchillo de la cocina en una tabla de madera y expresó que estaba listo para defender a su patria y luchar contra los moros. Toda esta reflexión es para que nosotros como colombianos defendamos nuestra nacionalidad y nuestra democracia pero en un sentido amplio, en primer lugar exigiéndole al gobierno de Uribe una explicación de los hechos acontecidos en Granada que dieron lugar a la muerte de Reyes, en segundo lugar manejar la crisis diplomática también desde una “democracia crítica, madura y fuerte” aceptando las culpas del gobierno en el operativo, este debate también se puede dar en el Congreso o de parte de la “sociedad civil”. La desinformación que se ha presentado hasta ahora y el llamado al nacionalismo para proteger a nuestro Presidente no debe dejar que nosotros reconozcamos los errores que se produjeron y la falta de claridad en que hasta el momento se ha manejado la información por parte del gobierno de turno. *Este llamado a no caer en "la trampa de nacionalismo" también va para los amigos ecuatorianos y venezolanos que leen este blog.